PARA EJERCITAR EL CEREBRO (PARTE 3)

Relajados o no, concentrados o no, el análisis de tipologías es una herramienta de incalculable valor para desarrollar un trabajo intelectual efectivo. Esta práctica es de gran importancia dentro de los ejercicios de gimnasia mental o psicológica. Según la tipología de cada documento debemos aplicar una estrategia de autopresión.

El análisis tipológico consiste esencialmente en ejercitarnos en la costumbre natural de nuestra mente de clasificarlo todo; pero dirigiendo el proceso de una forma específica, de para que así podamos obtener mejores resultados de nuestro contacto con los documentos.

La autopresión consiste en hacernos hacer rápidamente, pero sin perder eficiencia ni eficacia, la metodología para cada tipo de libro, o documento. A continuación las técnicas de autopresión más importantes.

Existen 5 formas de análisis de tipologías que debemos ejercitar:

1.- Tipos de textos

2.- Tipos de asignaturas

3.- Tipografía

4.- Tipos de inteligencia

5.- Tipos de lectura

En todo caso, la autopresión busca ir sin prisa pero sin pausa, sobre el objetivo de extraer de los documentos, toda la información importante que puede aportar.

En la práctica, la lectura lenta o pausada resulta contraria a lo que muchos creen; la lectura lenta no es favorable para el objetivo de extraer toda la información de los documentos. Esta lectura lenta lo que sí hace es recudir la eficiencia y la eficacia del proceso de aprendizaje, porque debe luchar contra la tendencia natural de la mente de distraerse o bien ocuparse de otras cosas cuando se le da algún tiempo libre.

Una lectura lenta permite a la mente disponer de tiempo para viajar e imaginar de todo, o resolver asuntos pendientes (fantasear en general), mientras el lector toma sus acostumbradas pausas. Por eso quienes leen con lentitud observan que al final de un párrafo no recuerdan nada, y muchas veces deben de leerlo una y otra vez hasta que finalmente forman una idea de lo que dice el texto.

La mente se comporta igual que las manos: si lanzas algo sorpresivamente a alguien, la tendencia es disponerse de inmediato a capturar lo que le lanzas o envías con velocidad. Si hacemos una lectura veloz, y con una dinámica de autopresión específica, la mente estará recibiendo con rapidez muchas ideas y conceptos que deberá capturar, que a la vez, y en forma natural, ordenará (por instinto); veremos así que obtenemos mejores resultados, y en menor tiempo. Dicho con menos palabras: La mente trabaja mejor a alta velocidad.

Este es el principio más importante de la lectura veloz.

1.- Tipos de textos

Los libros deben trabajarse según su clase.

1.1.- Textos condensados: La mayoría de los textos han sido preparados en la forma que permita más información en menos espacio; es decir, más párrafos por página. Esto puede ser más económico pero no es más cómodo para el lector, y estamos en los tiempos donde el cliente tiene la razón.

Estos textos deben ser trabajados por medio de la autopresión en la lectura rápida y efectiva de las primeras oraciones de cada párrafo. Estas primeras oraciones deben entrar a la mente lo más rápido que sea posible, confiando en los reflejos mentales, como por ejemplo el instinto de organizar todo lo que se contacta o se observa. Luego de tener una idea general del texto podemos hacer una lectura rápida de todo el texto.

1.2.- Textos de letras grandes: Cuando el tamaño de la letra es cómodo de ver, debido en especial para el tamaño de la letra, podemos aplicar lectura rápida de líneas o segmentos de líneas. La mente naturalmente (por reflejo) se acostumbra rápidamente a leer paquetes de palabras conocidas, y frases conocidas. Un texto de letras grandes puede facilitarnos esta práctica. Recorramos el párrafo con la vista palabra por palabra, a la mayor velocidad que podamos, busquemos palabras desconocidas, veremos que la inmensa mayoría de las palabras son conocidas por nuestra mente y que podemos leerlas con rapidez.

1.3.- Textos con gráficos y tablas: De acuerdo a las letras apliquemos una de las técnicas anteriores, pero antes debemos observar detenidamente las imágenes tratando de entenderlas. Este ejercicio o actividad se convertirá en costumbre y nos desarrollará el don de una observación cada vez más detallistas.

2.- Tipos de asignaturas

Podemos dividir las materias de estudio, o asignaturas en varios grupos:

1.- Ciencias de las Estructuras (Ecuaciónales): Matemáticas, tecnologías, gramática.

2.- Ciencias de la Observación: Sociales, Naturales, psicologías.

3.- Ciencias de la Expresión: Literaturas, artes, publicidad, comunicación.

4.- Ciencias Normativas: Derecho, medicina.

De todos modos cada una de las ciencias tiene aspectos de una u otra de las 4 clasificaciones; por ejemplo: La medicina es normativa en cuanto a que te dice como debes hacer ante una situación o condición específica de una enfermedad. La medicina es ecuacional, en cuanto a que te dice cuáles son los huesos de la cabeza. La medicina es de expresión en cuanto a que un párrafo puede ser extenso y de letras pequeñas y estar cargado de cantidad de ecuaciones verbalizadas que forzarán desde luego a una lectura pormenorizada y también a la aplicación de ejercicios gimnásticos mentales de mayor destreza (que pronto explicaremos). Así mismo, la medicina es ciencia de la observación en la medida que un texto relata la evolución de una unidad fisiológica (un feto por ejemplo).

Podemos concluir que dado que este entrenamiento está orientado a enfrentarnos exitosamente con las fuentes del conocimiento (en especial textos) la clasificación de las ciencias estará supeditada a la apariencia más común que tienden a tomar sus dispositivos de difusión, es decir; libros, revistas, textos en general, etc.

En el caso de las ciencias jurídicas, cuya tendencia es a lo normativo; los libros tienden a ser párrafos donde se verbalizan ecuaciones sobre el deber o el derecho, tanto como elementos de castigo y premio, y desde luego, definición de circunstancias o ambiente ecuacional. Esto amerita un tipo de pensamiento basado en la Gimnasia Mental que llamamos Pensamiento Interrogativo Espacial (PIE), que pronto definiremos.

Finalmente, lo importante de cuando nos enfrentamos a una asignatura cualquiera es conocer su clasificación y observar el tipo de texto, mirando además si su contenido toma múltiples elementos característicos de otras asignaturas.

3.- Tipografía

En este tema nos referimos en especial a los tipos de letras en sí mismas, es decir: letras negritas, cursivas, cambios de letras, colores de letras, recuadros de textos, tamaños de las letras con relación a otras en la página, títulos, subtítulos, resúmenes, etc.

La tendencia de todo editor o autor es dar a cada idea importante un cambio en su tipografía con relación a la tipografía de las demás ideas. Por ejemplo; las ideas importantes de un texto estarán en negritas, o en un recuadro, o en el mismo título o subtítulo.

La técnica de gimnasia mental consiste en revisar el texto buscando estos cambios, y leerlos primero en el mismo orden en que aparecen, lo más rápido que podamos, explotando así el reflejo ordenador de la mente. De paso si estamos practicando auto- recordación, también grabaremos con extrema facilidad lo leído y estudiado. La auto-recordación es otra forma de decir que estamos ejercitándonos en las 3 preguntas de las coordenadas de la conciencia.

4.- Tipos de inteligencia

Se suele decir que las personas debemos estar a la altura de las circunstancias. De eso trata este tema. Debemos determinar el tipo de inteligencia que tenemos para aplicar los ejercicios de Gimnasia Mental desde esa perspectiva.

A grandes rasgos, y para nuestro propósito podemos clasificar a las personas en los siguientes tipos de inteligencias:

1.- Inteligencia para las Estructuras (Ecuaciónales): Matemáticas, tecnologías, gramática.

2.- Inteligencia para la Observación: Sociales, Naturales, psicologías.

3.- Inteligencia para la Expresión: Literaturas, artes, publicidad, comunicación.

4.- Inteligencia para las Normativas: Derecho, medicina.

Otra clasificación importante es:

5.- Inteligencia para la Teoría.

6.- Inteligencia para la Práctica.

7.- Inteligencia para Liderar.

Cuando se dispone de todas las herramientas o ejercicios de Gimnasia Mental de este curso, terminamos desarrollando todos los tipos de inteligencia al paso del tiempo. Pero inicialmente es importante que usted sepa cual tipo de inteligencia está más activa en su desempeño diario. Para esto puede hacer su análisis con las siguientes condicionantes:

1.- Si usted ha sido bueno para las matemáticas posee inteligencia para las estructuras; y por tanto tendrá facilidades para las prácticas de Gimnasia Mental que organizan la mente y la memoria.

2.- Si usted siente gusto de estudiar ciencias sociales y/o naturales, posee inteligencia para la observación, posiblemente inteligencia fotográfica aun sea en forma simple.

3.- Si es de esas personas que gusta de leer textos literarios, novelas, relatos, etc., posee inteligencia para la expresión, y le irá muy bien en los ejercicios mentales de imaginación y memorización.

4.- Si es de esas personas que entiende bien las normas, y normalmente se esfuerza por hacer todo correctamente durante el día, posee entonces inteligencia normativa. Le irá muy bien en los ejercicios mentales de administración de la mente y las facultades mentales.

5.- Si es de las personas que entiende bien todo lo que lee o estudia, pero que no tiene esa habilidad para poner 100% en práctica lo que lee, tiene inteligencia teórica.

6.- Si es de esas personas que prefiere que le expliquen con ejemplos, para poder entender, posee inteligencia práctica.

7.- Si es de las personas que tiene un poco de cada habilidad descrita anteriormente, pero sobre todo que puede entender bien lo que estudia y luego se siente que puede ponerlo en práctica, es usted un líder en potencia (o quizás demostradamente).

Es importante recordar que esta clasificación es para los fines de aplicación de los ejercicios de Gimnasia Mental. Puesto que en psicología existe otra forma de clasificar la inteligencia que nos sirve de muy poco a la hora de aplicar estas técnicas.